Autor: John Green
Editorial: Nube de tinta
N° de páginas: 304
A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son sólo adolescente, pero su algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, sólo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel - conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarles las piezas del enorme puzzle del que forman parte.
Creo que con la reseña de este libro me odiarán y, Dios, esto es un mal comienzo.
Si no quieres odiarme, tirarme tomates podridos, o darle mi dirección a la NASA para que me lancen un cohete, ¡no leas esto!. Si quieres hacer lo anteriormente mencionado... Agradezco que no sepas de dónde soy.
Decidí leer este libro por el mero hecho de darle una oportunidad: toda la gente estaba hablando de él, ya se había estrenado una película del mismo y había escuchado a mis amigos decir que habían llorado con el. Pero yo creía que no se merecía una oportunidad. No quería leer algo que, a mi parecer, todo el mundo leía por el afán de saber del dolor ajeno: ver a dos jóvenes con cáncer que se amaban pero que sabían que habría algo que se los impedía. Pese a todos mis prejuicios, decidí leerlo de todos modos, de tal manera que si lo criticaba, lo podría hacer de una manera más objetiva, ya que lo habría leído y no estaría lanzando palabras basándome en lo que había oído o en los spoilers que había leído.
Para comenzar, creo que la sinopsis no era justa. Da a entender que el libro se centrará en su viaje y en las hazañas que hicieron en Amsterdam, pero no es así. Como tampoco el cáncer de los protagonistas es lo principal del libro, algo que me sorprendió gratamente.
También me llevé una sorpresa, al leer lo real que llegaban a ser los personajes. Como si fueran de carne y hueso y uno era capaz de sentir hasta el más mínimo de sus sentimiento como nuestros. Me gustaba que Hazel y Gus, pese a todo lo que debía soportar, seguían siendo fuerte y aquello era algo que valoraba. Ellos jamás se echaron a morir.
Pese a que me gustaban sus protagonistas, encontraba que habían personajes completamente innecesarios, como el escritor. Encontré que la visita que le dieron a Amsterdam fue casi innecesaria, al igual que su presencia en el funeral de Gus. Él no decía nada en su visita, estaba borracho... A él no le interesaban esos chicos y por ende, a nosotros no nos interesaba en la trama.
Luego de leerlo, sentí que podía haber leído otro libro en su lugar y mis prejuicios por el mismo, sólo se acrecentaron: sigo pensando que el mundo lo lee y lo considera como uno de los mejores libros sólo por el hecho de que los protagonistas tienen cáncer, pero probablemente no se acuerdan que otros cientos de millones también lo padecen.
¿Lo recomiendas? Creo que por todo lo que han leído en mi reseña, podrán inferir que mi respuesta a la pregunta sería un no y bueno... ésa es la respuesta.
Pero por otro lado, si te gustan los libros con temáticas como éste, pues, deberías lanzarte de llano al libro y nadar en sus páginas.
Por cierto, la lectura de este libro y mi reseña poco amable al mismo, no me cierra las puertas para leer algo del mismo autor. Probablemente le daré una oportunidad final con Buscando a Alaska o Ciudades de papel.
